Día 21- Debemos proteger nuestra vida familiar

 
ORACIÓN INICIAL PARA CADA DÍA
¡Oh María! durante el bello mes que te está consagrado, todo resuena con tu nombre y alabanza. Tu santuario resplandece con nuevo brillo y nuestras manos te han elevado un trono de gracia y de amor, desde donde presides nuestras fiestas y escuchas nuestras oraciones y votos. Para honrarte, hemos esparcido frescas flores a tus pies, y adornado tu frente con guirnaldas y coronas.

Mas ¡oh María!, no te das por satisfecha con estos homenajes, hay flores cuya frescura y lozanía jamás pasan y coronas que no se marchitan. Estas son las que Tú esperas de tus hijos; porque el más hermoso adoro de una madre, es la piedad de sus hijos; y la más bella corona que pueden depositar a sus pies es la de sus virtudes.

Sí, los lirios que Tú nos pides son la inocencia de nuestros corazones, nos esforzaremos, pues, durante el curso de este Mes, consagrado a tu gloria, ¡oh Virgen Santa!, en conservar nuestras almas puras y sin mancha y en separar de nuestros pensamientos, deseos y miradas, aún la sombra misma del mal. La rosa cuyo brillo agrada a tus ojos es la caridad, el amor a Dios y a nuestros hermanos; nos amaremos pues, los unos a los otros, como hijos de una familia cuya madre eres, viviendo todos en la dulzura de una concordia fraternal.

En este Mes bendito, procuraremos cultivar en nuestros corazones la humildad, modesta flor que te es tan querida; y con tu auxilio llegaremos a ser puros, humildes, caritativos, pacientes y resignados.

¡Oh María! haz producir en el fondo de nuestros corazones todas estas amables virtudes: que ellas broten, florezcan y den al fin frutos de gracia para poder ser algún día dignos hijos de la más santa y de la mejor de las madres. Amén



"El ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto, y estáte allí hasta que yo te avise, porque Herodes buscará al niño para quitarle la vida». Levantándose de noche, tomó al niño y a la madre y partió para Egipto, permaneciendo allí hasta la muerte de Herodes, a fin de que se cumpliera lo que había pronunciado el Señor por su profeta, diciendo: «De Egipto llamaré a mi hijo..." Mt.2, 13-15

La responsabilidad de todos los padres de este mundo es siempre proteger la vida y la integridad de sus hijos. No sólo proteger su vida física, sino su vida espiritual, sus virtudes, sus valores, sus emociones y sus afectos. Los padres siempre van a querer lo mejor para sus hijos.

Herodes, eso sí, no descansa nunca. Y de maneras muy diversas busca arrebatar hoy día las vidas infantiles. Arrebata la vida de muchos niños antes de nacer. Arrebata la vida entregando anti valores y publicitándolos abiertamente. Por eso los padres de familia no escatiman ningún sacrificio para que la vida de sus hijos no sea herida ni dañada. Al igual que lo hizo José que debió exiliarse en Egipto para que Jesús no sufriera ningún mal.

¿Sentimos que debemos proteger nuestra vida familiar?

PROPOSITO



ORACION:
¡Oh María, Madre de Jesús nuestro salvador y nuestra buena Madre!, nosotros venimos a ofrecerte con estos obsequios que colocamos a tus pies, nuestros corazones, deseosos de serte agradables, y a solicitar de tu bondad un nuevo ardor en tu santo servicio.

Dígnate presentarnos a tu Divino Hijo; que en vista de sus méritos y a nombre de su Santa Madre, dirija nuestros pasos por el sendero de la virtud.

Que haga lucir con nuevo esplendor, la luz de la fe sobre los infortunados pueblos que gimen por tanto tiempo en las tinieblas del error, que vuelvan hacia Él, y cambie tantos corazones rebeldes, cuya penitencia regocijará su corazón y el tuyo.

Que convierta a los enemigos de su Iglesia y que, en fin, encienda por todas partes el fuego de su ardiente caridad.

Que nos colme de alegría en medio de las tribulaciones de esta vida y de esperanza para el porvenir. Amén.






Fuentes:
-Librito «MES DE MARÍA: Para rezar en familia», texto elaborado por encargo de la Conferencia Episcopal, Departamento de Pastoral Familiar. Padre Jaime Fernández y Padre Miguel Ortega. 1994, año internacional de la Familia.
-Mis propósitos: Mes de María