Himno a la Reina de la Paz


 
Hoy venimos, Madre nuestra,

de lugares diferentes, a traerte nuestras penas y plegarias muy fervientes. 

 Dulce Reina de la Paz, tu sonrisa nos consuela, tu mensaje, Oh Maria, el Amor de Dios revela.

 Sabed todos, hijos míos, que os amo inmesamente, y , por eso, con vosotros, siempre quiero estar presente. Gracias

 Madre, Reina nuestra, escogida creatura, Oh Maria, Dios te hizo Sacramento de Ternura.

 Lo importante es convertirse y creer la Buena Nueva, ser instrumentos de Paz, para que el mundo nos crea.

 Virgen digna de alabanza, Tú me ayudas, Tú me guías, en Tí tengo mi esperanza, Tú me guardas noche y día. 

 Dulce Madre, Virgen Pura, serás siempre mi ilusión, y, por eso, te consagro alma, cuerpo y corazón.

 Hija y Madre de la Iglesia, Reina Santa y Bondadosa, te pedimos nos bendigas, con tu Mano poderosa.